ABC del riesgo
¿Qué es el riesgo?
Es una situación que puede poner en peligro la vida humana o algo material. Es la probabilidad de que ocurra un hecho que, aunque nadie quiera que suceda, podría pasar.
Todas las personas estamos expuestas a un sinnúmero de riesgos, algunos de los cuales pueden generar la pérdida de lo que con mucho esfuerzo hemos conseguido.
¿Cómo se clasifican los riesgos?
Los riesgos se pueden clasificar según su origen, es decir, si se ocasionan por la acción del hombre o por la acción de la naturaleza.
Por ejemplo, a veces Ana no utiliza la cebra para cruzar la avenida porque tiene prisa, cuando esto sucede, se arriesga a sufrir un accidente; entonces, el riesgo lo produce Ana. En otro caso, el riesgo lo puede producir la naturaleza: Juan David vive con su familia cerca al río Magdalena, en temporada de lluvias, existe la posibilidad de que el río se salga de su cauce y afecte su vivienda.
¿Cómo nos afecta la ocurrencia de riesgos?
Los riesgos amenazan la tranquilidad y las finanzas del hogar, pueden afectar dependiendo de qué tan preparados estemos para enfrentarlos. Normalmente, cuando ocurren riesgos se generan gastos adicionales que no estaban presupuestados.
Cuando alguien se enferma, se pagan medicamentos y servicios médicos; cuando un familiar muere, se incurre en gastos para el funeral; si se rompe algún tubo y se genera fuga de agua en la vivienda, es necesario contratar la reparación de la tubería y reponer los elementos que se hayan averiado.
¿Cuáles son los componentes del riesgo?
Los riesgos tienen dos componentes: amenaza y vulnerabilidad. La amenaza se refiere a las sospechas de sufrir algo malo o dañino, y la vulnerabilidad indica qué tan protegidos o expuestos estamos ante esos eventos.
Por ejemplo, Carlos está en el parque y observa que el cielo está nublado y hace frío, hay amenaza de lluvia. Si Carlos no tiene paraguas, está expuesto a mojarse. No se puede evitar que llueva, pero sí es posible tomar decisiones sobre la posibilidad de sufrir el riesgo, en el caso de Carlos, tener un paraguas o buscar refugio en un sitio cercano.